[Ciberayllu]
30 setiembre 2003

Tres poetas peruanas

1. Victoria Guerrero Peirano (dos escritos)
2. Ericka Ghersi (seis encuentros)
3. Roxana Crisólogo (dos más)

 
Memoria
ven siempre a recordarme que estoy aquí
atrincherando la mitad de mi cuerpo
al espejismo que me depara
el círculo boreal de un vecindario
que para siempre se cierra

A Ludy D

recuerdo sus jeans baratos y ajustados    sus blusas simples
rosadas-blancas y estrechas    recuerdo su revista rosa
su bolsita cuzqueña cruzada como una metralleta de lana
recuerdo sus camisetas de hawái sus polos de mickey mouse
recuerdo las ganas con que miraba a los chicos guapos blanquitos
de la vanguardia    al cabello largo y ondulado de José
a los católicos impecables en la mente
a los delgaditos de bondad como una bandera
al john lennon de la mitad de sus narices
cómo los amaba y también cómo los odiaba
ella que deliberadamente se inició en el aprendizaje
anarquista de la disección -a veces dispuesta
a demoler sus sombras- cómo se miraba
y cómo me miraba
y cómo expectorando la mitad de su cuerpo
un paraíso negado a la desnudez
aparcó en los insondables desiertos de Lima 
la recuerdo un día que el tráfico rural de un camión
la dejó sola en el mundo isleño de los vegetales
el sarro azul y bautismal del afilador de cuerdas
salpicando en el vello púbico de sus palmas
en la ciudad hipnótica
y la soñé hipnótica habitando una ciudad de cuerdas 
no te acerques a ella
no le digas-no le cuentes-no la toques
                       la música era la misma
desmenuza todo menos su odio
todo menos eso que nos separa
incinera su amor    que le quede algo que rebanar
que diga que piensa en sí y que tema
cuando se suelte el cabello y una nota acerada desde el fondo
maxilar de su cuello crezca como un bozal en su piel
y se vea acholada    achorada    aniñada
estúpida    escuchando a ese metiche
a ese designado por la dirección general del partido
a esa multitud que nos separa.


No tengo tiempo de mirar

volverme con el rostro expuesto al sol
puedo proponer que ladrillo tras otro
el tiempo se cuente a pedazos
sin embargo la ola que cubre la nieve invisible
                                                   de la virgen
que apostada en un cajón de cuerdas
sosteniendo frutales que de rasguño en rasguño
un arpa acompaña
aquella vieja que hunde su nariz
en un embaldosado de tristezas
                                               me dirá cuándo
entonces lo venderé todo
petates, cortinas y hasta la sombra
del milenario reptil en el armazón
esquelético de mi cuarto   
que un chorro de luz baña
en el espíritu    —solidario—
               de un solo foco
—la luz es mucho más que eso—

y no acabo de salir    —desperdiciado cielo—
y no acabo de entrar    —chapa en el piso—

ya me imagino intentando decir que lo siento mucho
y no siento nada   
todos sienten que la casa se cae
la loca    la muy podrida
y sólo este silencio maldito sabe brillar.

* * *


© 2003, Roxana Crisólogo
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Para citar este documento:
Crisólogo, Roxana: «Tres poetas peruanas: Dos más», en Ciberayllu [en línea]

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