[Ciberayllu]
30 setiembre 2003

Tres poetas peruanas

1. Victoria Guerrero Peirano (dos escritos)
2. Ericka Ghersi (seis encuentros)
3. Roxana Crisólogo (dos más)

 

Primer encuentro  

Estás en el jardín del gran cuadro,
eres alta y en tu piel
se han posado hormigas. 
Estás echada
y sobre ti
la nube que elegiste
gira y ya no ves su perfil,
pero su cuerpo es aún perfecto, pero
se desvanece. 
Voltea la mirada, muchacha
Ve y hiere la hierba,
no es la luz la que te hiere,
es el canto que te llama.
Y los golpes que vienen de adentro
agotan tu andar en el camino
que no has de ver. 
Tampoco es así, pero
que más da. 


Tercer encuentro  

Te he escrito un poema, mi pequeña flor de quinua.
Tú corres y estás muy segura de
que puedes saltar las gradas sola. 
Yo no estaba allí para animarte.
Estaba aquel
que estuvo ausente antes de tu llegada.
Lo has traído,
tu grito fue más alto que el mío. 
Gracias, mi flor de quinua.
Ahora puedo mirar a través del cristal
hacia fuera,
y sin miedo, ni dudas
alejarme sin llevar pertenencias.
 


Son las seis

El camión blanco ha llegado
Nubes limón y mora para mi lengua
y aún estás lejos de mis planes.
No te enojes, mi flor de quinua,
del campo de guerra
nadie se libra.
Ven, ya llegará el momento.
Calla,
no esperes allí
agachadita bajo las gradas del jardín
si no de aquéllas
las que están fuera del gran cuadro.
 


Quinto encuentro

Quiero lamer las hormigas de tu pecho
y escribir
que nuestro gato murió indigestado
de pedazos de muslos, entrepiernas, espaldas y manos
que ingirió.
Y nosotros que creíamos
que sólo discutía con las moscas
sobre el banquete.
Las hormigas sobrevivientes
almacenaron sus restos,
y tú, muchacha, pensaste
que nos habían limpiado la ruta.
Alza tus piernas una por una
y atraviesa los cuerpos invisibles.
Desde afuera
nadie sabe qué pasó, entonces
tu andar sonará a danza.


Entre faroles 

Detén esa música que ahoga, pequeña.
Apaga el silencio de esta noche.
Dame tu espalda, muchacha
ve hacia la hierba
y hiere tus ojos con los rosales.
Dile al heladero que aquí no hay niños,
sólo hormigas
en luz y blanco.


Stop by

Pasa Tiempo, pasa. Aquí
se necesita aniquilar el dolor, mientras
tú insistes con escenas repetidas.
Hay culpa, dolor y angustia. La nostagia trae
sentimientos encontrados
en una noche
de papel.
Las acciones no hieren tanto
como las palabras,
pero a veces,
el aire hiere
en lugares donde el aire no tiene
espacio, ni presencia
en el tiempo que se pronuncia.
Qué voz se puede escuchar desde aquí,
salvo la tuya
Tiempo
que pasas rozando
                          y dejando costras
en tu salida lenta.

* * *


© 2003, Ericka Ghersi
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Para citar este documento:
Ghersi, Ericka: «Tres poetas peruanas: Seis encuentros», en Ciberayllu [en línea]

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