Tres poemas

Ophir Alviárez

Enigma

No estoy.
Ni aquí ni allá, ni en ninguna parte.
Soy un fantasma y hay carne en mis huesos.
Deforestan mi mente céfiros y sátiros:
orgía de apariciones, prédica enhiesta,
desvístome de recuerdos y precaria ambigüedad.
No hay clemencia. Supuran inicuas las heridas
las memorias ciertas.
Y tiemblo...

Umbral de mudez

Hay sin melodía
una tribu de mil voces
silenciadas.

Claroscuros de agudos y de graves
surcan la garganta atrincherando en ella
y me poseen, como quien viste
un disfraz.

Sometida,
la palabra se tuerce y recalcitra.
Las caras de la hojilla se hacen cuna:
late un susurro
y claudica en los labios.

Breve piar apenas audible
—pues herida está el ave de paso—,
mancha de gris la carcajada ausente
que inflamada de mí,
es vacuola, es germen, es ponzoña;
es quinina de mi dermis supurada.

Y esa horda de tremores clandestinos,
se hace diente, rejonea,
cobra azares, fragua en miedos.

Mientras aquí —inexorable—
sigue el murmullo
anidado en mi envés.

Metamorfosis

Salpicada de utopías
y de miedos mudos
se pierde en los resquicios de la tarde,
diluye pensamientos en promesas,
se sumerge en las arenas del desierto
y anda.

A solas rebusca:
se zambulle, se estremece,
se ensortija…
Y entre sístoles y diástoles
depura sangre vicio
con sensaciones nuevas,
exuda naufragios y reveses;
y lágrimas y amores…

Evoca la teoría,
la descarta,
y henchida de universo
se acurruca en los confines de
sus párpados, destiñendo las creencias
que se extinguen a su andar.

(Hay una oruga en nacimiento
que recién emerge de su pupa
e invertebrada, emprende vuelo)

(No haz de tocarla
sólo así remozará sus alas)

* * *

© 2005, Ophir Alviárez
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Para citar este documento:
Alviárez, Ophir: «Tres poemas», en Ciberayllu [en línea]

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