Poemas

Martín Rodríguez-Gaona

Melodías hermanas en su diferencia
(Alegría y tristeza de Harlem a La Habana)

                                                                  Para Eva, en el día de su tesis.

1.     New York Polyclinic Hospital

Palabras forjadas en hielo
se elevan en un ambiguo reclamo
a los dioses del azar
         y el infortunio.

Langston Hughes murió solo,
desatendido
         en un hospital de caridad,
rehusando privilegios, negándose
a mencionar las canciones
        con las que había intentado
llegar a conocer quién era.

No podemos ser sino hijos
         de nuestra época,
nos ha sido vedada la auténtica grandeza
         y en recompensa
se nos ofrece una triste ampulosidad
quebrada—

Estética de la heroína, culto
         a la verdad
como otra pretenciosa forma
que el tiempo mata. 

2.  Aquel paraíso bajo las estrellas

Llueve. En el café, las gotas
         cobran vida
cruzando la vacía geografía
de una ventana.

El Tropicana hoy presenta
entre sones, truenos y anuncios
         de neón, a un poeta mulato,
comunista y pudoroso—

La noche,
con el recuerdo de frías palabras,
despierta un rumor celeste
         que vomita el firmamento
y se incrusta en tus ojos.

Aguardiente de caña, alegría
         de azúcar.

Tres copas de algo caliente
         brindan un motivo
para que el dolor sea exacto,
violento, agudo.

Esas palabras suben
y se acomodan en tu garganta
pero ahora te es imposible
         hasta gritar.

Enséñame, Negra, enséñame a bailar el son

Por ti aprendería todos esos pasos
         estrambóticos y picantes,
y si es que te doy un pisotón,
         perdón,
tendré un buen pretexto
para rendir mis labios a tus pies.

En ti confío mis torpes movimientos,
tú educada en los intensos veranos
         de un bikini amarillo
imponiéndose sobre el mar.
Sé que tu misterio, que es casi una sabiduría
         graciosa,
no se compara a la habilidad de tus manos
preparando pop corn y descubriendo
zonas prohibidas.

Hoy dejo de lado tu pasado
y la potencialidad de esas uñas brillando
         poderosas
pues me concentro en tus pies,
en los tacones que subes y bajas de acuerdo
         a la emoción que trae la tarde,
en esos pasos, uno, dos, tres, cuatro,
que a cada hora te acercan más
         a mí.

* * *

© 2003, Martín Rodríguez-Gaona
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Rodriguez-Gaona, Martín: «Poemas», en Ciberayllu [en línea]