Cinco poemas de Cancionero del tiempo en flor1Lil Picado |
Arábiga frente a tiFrente a ti soy desnuda,pequeña, irremediable. Frente a ti me abandona esta lúcida esgrima de mi mente, me quedo siendo música, mirada, dulce esquema del mar, jazmín incandescente... y entonces tú no quieres, no puedes, tocarme. Arábiga de la sombraAsí como la sombra está tendidaa los pies de su árbol, quisiera yo estar siempre junto a ti, mi amor, mi amigo; simplemente tenderme, estar ahí, sobre la hierba que te circunda. Ser luz que tú desvistes con tu cuerpo, no ser tuya, ser tú en viceversa pura. A tus plantas tenderme y alargarme y recogerme en ti, como anillito oscuro, para entonces besarte las raíces, las más umbilicales y remotas, las que parte de mí, de mí... tu sombra. Cantiga dolorosaAquí estoy, aguardando por tu herida,donde pulsa el amor laúd de horas, con mi dolor de sol y primavera, con mi dolor de flor a la deriva, con mi dolor de espera. Cantiga agónicaMe moriré de tiempo una mañana,me moriré entre mis brazos, clara; me moriré de labios, de mirada, de loca desnudez acorralada, de tiempo natural, en fin. De piel, de alas... Me iré donde tu olvido quiera que me vaya. Cantiga nuestraTú venías de la muerte,yo de la fuente. Tú traías en las manos mi primera mirada de flor silente; yo tenía cantarcillos de musgo sobre la frente. El tiempo lo ha soñado, ˇay bosque verde! Ay soledad de piedra que se sorprende del corazón de liquen que la acomete. ...El tiempo lo ha querido, y el agua vierte. Ciberayllu también ofrece el comentario de Víctor Hurtado, leído en la presentación del libro.1. Editorial de la Universidad Nacional de Costa Rica. San José, 1998: [email protected] |