A Domingo Martínez Castilla
oca muda
¿boca-fauces al acecho?
no no
muda
muda
labios en doma y aplanados
brazos como ramas de los sauces
se confunden y beben la savia de sí mismos
todo musgo las piernas.
Impresiones digitales
¿lenguaje del código genético?
¿cifra de herencia de otras vidas?
ni aquí ni allá somos un nombre
sólo un número o transparencia en clave.
Corre Anikó, mi niña, corre
y ofrécete a quien te ofrezca más
porque tenemos hambre
los circos con enanos y payasos aún no se inventaron
eso vendrá más tarde
cuando se canse el arte de decir que es para todos
cuando óleos y esculturas
sigan valiendo más que un desdichado
nacido de hembra
loba solitaria y madre
andrajos por galas alisando el suelo
de granito la lengua
de borrachos repletas las tabernas
gritos a granel
pechos y nalgas manoseados
prodigio de cosechas en las eras
en los feudos
mendigos en los campos
y mucho vino en jarras de hojalata
atan con un cordón que dobla las esquinas
la vida a la materia
¿Qué es lo real?
¿este rostro con nombre y número en su documento?
¿aquel otro que se cubrió con pieles de carnero
o ese que bajando el puente levadizo de un castillo de Bretaña
salía a cazar ciervos?
¿perteneció a algún clan
luchando por el mismo ideal de William Wallace
en las montañas de la ancestral Escocia?
¿aulló hasta quebrar los dientes en la hoguera?
¿usó blusa de fino encaje? ¿gabán de terciopelo?
¿ayudó tal vez a preservar algunos alimentos?
hilera de vasijas
dádiva de frutas secas
punta
filo
un puñal
y la muerte negra y loca
construyendo inexorable la explanada.
Metzadah todo se ha perdido
nada ha valido nada
no se purificó el desierto
sólo hemos trazado un círculo engañoso
donde duerme mi cuerpo entre otros cuerpos
pero he guardado y protegido para mí
la transparente belleza de tu aire
Todo es sueño soñado en la epidermis y por debajo
el cauce es continuado y se deriva
desde el tramo más caudal del precipicio.
Velo tras velos se espesan y recubren
hilos distintos para la misma urdimbre
añorando la luz que fue el principio del principio
la libertad perdida
la inocencia.
Volver la boca muda
¿para qué al acecho?
miren
tenemos todo aquí
tenemos esta lluvia que corre por encima del rojo-lila-rojo
negro-rojo derramándose en los cuartos
a cielo abierto
miren
tenemos nada aquí
y cómo se hace
tierna tierra maternal ajusticiada
contrapuesta al viaje de regreso
entre un cielo de maleza y un oro de melaza
y cómo se hace
si los brazos-ramas hundidos en el tronco de los sauces
bebiéndose las pestilentes aguas de ellos mismos
van haciendo piruetas igual siglos tras siglos
como si ayer siguiera siendo hoy
hoy
bóveda y sol en la misma curvatura
el cielo y la idea de ese cielo
el agua en alfabeto
el alfabeto nadando sobre el agua
¿la carne es débil?
¿a quién se le ocurrió afirmar a manera de un axioma
tamaña tontería?
la carne es por completo frágil frente al tiempo
él sí que se derrumba débil
línea de flotación delgada
hundida en el pasado sin palas ni semillas
sin posibilidad alguna de cosechar las mieses.
¿Y cómo se hace sino dejar muda la boca
ajustar tela adhesiva a los dos párpados
y pesar como quien pesa un fardo
el espumoso granito de la lengua?
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