Yo me traje esa piedra a mi casa y la acomodé
preciosamente sobre mis libros, como un pisapapel,
un testimonio de haber ya vivido otro tiempo
quizá parecido a este pero sí puro y salvaje
Enrique Verástegui
1.
debajo de mi
cama escucho unos pasos
cierro y
aprieto los ojos
para evitar
pensar que tengo miedo
el diazepán es una maravilla
cuando te entra la paranoia
aunque en
cantidades excesivas
te hará
salir de la pista como un saltamontes en el campo
y tal vez no
tengas más cosas que contar
debajo de mi
cama se están peleando los inocentes
y cierro los
ojos porque tengo miedo
no voy a
dejarme ir tan fácilmente
para eso es
suficiente un par de tajos en las muñecas
un disparo
que estrelle mis sesos contra la pared
dibujándole
una aureola roja al clavito de las llaves
2.
hace muchos
años, tomaba té
mataba la
resaca
mientras
el barrio
chino salvaba mi mañana de domingo.
mi cabeza
era una mosca atrapada
por el
vidrio, la ilusión de libertad es un parásito
que se
repite
no soñaba
con tus piernas tus ojos tu vientre
tu ser,
ahora distante y mutilado por el recuerdo,
complejo y
maravilloso
como los
ojos de una loba
(porque, ya
lo dije antes,
tú no eres
sino tu recuerdo en mí, y a mi muerte
te
desvanecerás como el humo del último cigarro)
ni pensaba
en las cálidas noches que me brindabas
gritaba tu
nombre y me inyectaron
líquido
espeso
ahora, sin nostalgia, sólo deseo tus
piernas en mis hombros
tu cabello
delicadamente recostado sobre mi almohada
antes de
tomar el último trago
dejar este
teclado mugroso
que avanza
con impaciencia, como si se hubiese apoderado de mi voluntad
y lo que
tengo que decir no fuera esto
3.
tengo miedo o
paranoia de salir a la calle durante el día
no puedo ver
el sol
no puedo
gozar de una pálida mañana donde la lluvia es un regalo
sobre un
prado cargado de flores amarillas
porque sólo
resta en mí el temblor y la alucinación
a la noche
la tengo como mala amiga,
si no me
detengo
si la música
no ayuda
si tú
comprendieras
digamos
un 10%
de lo que
pienso
y no fueras
tan bestia tan bestia tan bestia que tengo ganas de matarme
(y hacerte
desaparecer)
4.
quizá no sea
miedo
o simple
cobardía no hacer lo que consideramos una necesidad
porque el
camino del poema está cargado como una 38 en mi cintura
y al frente
tengo filas de cadáveres
gente que no
pudo más y cortó camino
como cortar
un cardo en la ciudad
(es a eso
que le tengo miedo)
y cayó por
los dolores de cabeza
se encontró
con un paraíso similar a éste:
un jardín
poblado por sujetos insensibles
borrachos
misteriosos
mujeres
incomprendidas por sus maridos
maridos
incomprendidos por las putas
por el dolor
de una bala partiendo tu parietal,
sin salida
5.
la locura ¿es una mágnum en la sien?
o es una
paloma verde no, eso es belleza,
como lo son
tus cabellos dorados
tu sonrisa
que escapa
mis manos en
tu pecho
la noche
junto a ti el amor / el amor / el amor
no, la
locura es tener una vida normal
amanecer una
mañana tras otra,
cumplir el
horario y reír
la locura es
pasar bajo la puerta sin detenerse a mirar afuera
la locura es
no hacer nada ante tanta torpeza,
creer estar
por encima de los otros
no saber que
los otros son tú, tu familia, tus hijos
(que siempre
libre dios de mis poemas)
y nadie más
6.
hay otra
locura, que se vende,
nos la hacen
pasar como un billete falso
en esquinas
oscuras
es no
entender que
todo lo que
alguna vez marcó tu retina, tus oídos, tu tacto, no existe más
se ha
marchado en el mismo instante que lo olvidaste
como
olvidaste atar tus zapatos esta mañana
y salir a la
calle a gritar que el futuro no existe
es acaso una pose, como cualquier otra
porque no
puede existir futuro si no existe presente
y eso me
aterroriza
porque tengo
miedo en el presente
tengo miedo
de los días que me quedan
(y de los
que le quedan a quienes amo)
tengo miedo
de los días que están pasando
mas no tengo miedo al final de los días
sin reventar
una pizca el sistema que me asfixia,
aunque hay
días que amanecen serenos
y el
presente no es más que una ilusión, es sensible
pero de todo
esto nada queda sino un miedo sin fin, un miedo caracol
un perro se
muerde la cola y dice que existe
7.
métete un
tiro en la nariz o en la sien los plazos son distintos
el final es
siempre el mismo
deja que
ocurra, ocurrirá de todos modos
el pez
grande se come al pez chico
pero el
perro chico se tira al más grande
todo es hoy
un gran charco de fluidos
en el que
nos revolcamos
esperamos un
sol que no va a salir
como tú no
sales, a pesar de mis piedras en la ventana
Comentario privado al autor: © José Antonio Cruz, 2002, [email protected]
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