poema 18
nadie sabe que tu aporte a la ciencia fue excepcional
que el tránsito del postulado a lo demostrable
es contigo lo más sencillo del mundo
que descifrar tus teoremas
métodos
y sistemas verificables
hicieron más intenso el color de los domingos
en las noches de medio año y las madrugadas de frío
en que aprendiste a cantar
nadie sabe, pequeña
que el fuego
el aire
la tierra
y el caos primitivo bajo tu pecho
son sólo uno desde que te acercarse a mi vida hecha un océano
ahora sé que estamos formados por átomos
y que las matemáticas y el dadaísmo
no bastan para describirnos
ahora sé que lo hipotético-deductivo de mi método
es nada
que la invención de la trigonometría
y el silencio de mi despertar
alcanzan sólo para la observación
tu sueño y mi diagnóstico.
nadie sabe, pequeña
por qué estoy insomne ante la exactitud de los fenómenos
ante tu naturaleza y el reflejo de mi conciencia social
nadie sabe que estoy aquí
porque se inventó la imprenta
porque eres la historia fundamental
de lo que aprendí desde siempre
que no puedo demostrarte de manera racional
y que la validez universal de tus sentimientos
me mantiene de pie
con vida
volatín
para mi antigua canción
tú que esperaste tanto la llegada del verano
que te quedaste a identificar
mi cometa sobre una pampa
que sabías de mi venida
de mi lugar de siempre
de la emoción y mi caminar rebelde
junto a los parias de mi vieja ciudad
sabes que desde siempre he querido gritar
patear
para matar la indigestión
la mirada helioscópica
y triste
de los párvulos en la plaza
y desbordar tu alegría...
tú que esperaste tanto
sabes que el tiempo es éste
que ha llegado la hora
de arrancarle las cuerdas
a esa angustia que aflora
en los pétalos soleados
y en los jardines despoblados de ese tu aroma
que volatiliza mi aprender
reconocer que mientras el mar se arrebataba
con nuestras viejas teorías
hubo quienes
infinitamente
te educaron para mí
tú que entiendes de los giros
del antifaz
de mi andar
y de mi alambre
sabes por qué camino zigzagueante hacia el mar
entiendes que ejercito una nueva forma
de reafirmar lo que ya está escrito
el delirio de la pertenencia
de mi mundo
del lápiz que jamás se acaba
cuando de escribir se trata
el café invisible y transparente
mi sentir...
huelga
mi derecho a huelga data del 76
cuando la naturaleza normó y decretó
que paralizar el mundo
y concertar el ritmo cardiaco
de nuestros pasos
y g r i t o s
sobre el asfalto y la barricada
conseguiría la restitución de los sueños
tantos siglos conculcados
la implementación de una nueva catarsis
la suspensión de la tristeza de las flores
la mejora de la vida
mi derecho a huelga se generó en tus ojos
en tu gemido nocturno y en tu calle
c o n t r a e l E s t a d o
y p u t a m a d r e … !
fue un acuerdo mayoritario de los piquetes
de los que sólo contaban con sus abrazos
se paralizó
—intempestiva—
la escritura
se incendió la imprenta el rochabús y a un par de tombos
se obstruyó y atacó el paso de los insectos al ingreso del paraíso
le arrancamos la mirada amarillenta a las viejas pintas
le devolvimos al graffiti a las corolas
su sonrisa
mi derecho a huelga es tan antiguo y legítimo
como la polinización y la siembra
al interior de nuestra pompa
surgió como necesidad y como sed de victoria
la huelga lucy compañera
es nuestra
nació contigo y conmigo el 76
... nos espera
Chimbote, diciembre 2005
* * *
© 2005, Augusto Rubio Acosta
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Para citar este documento:
Rubio Acosta, Augusto: «Tres poemas», en Ciberayllu [en línea]
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