14 mayo 2006 |
jardínaugusto rubio acosta |
Para Tere,
cuando nací mamá lloraba de alegría junto a los helechos de sus macetas miraba la Panamericana y sonreía confiada en la revolución en la locura la filosofía y mis anteojos de camarada que a los treinta marcarían mis orejas el color de sus anturios mi nariz el cielo el aire el principio de mi mejor enfermedad
cuando nací ( she told me ) en Villavicencio había refriega afloraban los cactus en el patio silvestre de mamá Isabel las hileras de pollitos le cerraban las esquinas a la naturaleza los muchachos lanzaban piedras en la plaza y una adorable tiniebla cubría con su inocencia el perfil de la muchedumbre
mamá lloraba reía ( me consta ) me protegía en su regazo sonreía pero volvía a llorar intuía que el invierno había llegado a sus campanitas de Miramar y había que mantener la calma regar las chifleras sus rosas enanas espantar a los cochos trepados en la iglesia asistía a mi primer bostezo analfabeto en su pequeño estanque constataba emocionada mi más antigua pasión me veía en suma v o l a r p a r t i r
cuando nací mamá lloraba en su jardín donde todo era verde alegría en el río de sus ojos se podía ver la luna siembra espejo lumbre cosecha el caer y el levantarse v i v i r . . . * * *
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