8 de Marzo...
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Cebaldo Inawinapi |
e contaron los poetas y las ancianas de mi tribu seres que conversan con los animales, los árboles, las flores, con el río y las rocas, el fuego y el viento que un bello día, el dios de la floresta y de los mares (un dios hermafrodita y bisexual, alegre y erótico) parió a una mujer.
La mujer era dueña y señora de los bienes del universo, pero sentía falta de compañía, ¿con quién compartir el olor de las flores, la sensualidad del agua recorriendo la piel, el sabor de las frutas quemando la boca, la magia del crepúsculo al caer la tarde...? Y el dios bisexual, sintiendo pena de ella, parió al hombre para que fuera su amigo, su compañero, y amase a aquella que era dueña de los animales del mar, del bosque y de la vida.
Así aprendí el origen de la vida, así fui educado y crecí amando y respetando a esta fuente de la vida, al origen del verbo, de la poesía y las ternuras: la mujer.
Un día aparecieron en nuestras vidas y en nuestras casas seres diferentes, con discursos confusos y de miedos.. Hablaban de que existía un solo dios, único y verdadero, castigador y nada juguetón como el mío... Estos señores y una escuela «civilizada» insistían en decirnos que este dios creó primero a un hombre Adán y después, de su costilla, a una mujer Eva, y que éramos salvajes y paganos... tenté agarrarme (y he continuado así toda mi vida) a mi dios primitivo, bisexual, erótico y juguetón y no entendía como era posible que el hombre macho apareciese primero
Los poetas y profetas de mi tribu me enseñaron y contaron otra historia: que, cuando ocurre un eclipse del sol y éste desaparece, el sol no se esconde, sino que está haciendo el amor con la luna, ¡y la luna es tan fuerte que lo apaga en el momento del orgasmo!, y la tierra comienza a limpiarse de maldades, de dolores y tristezas, y tenemos los niños y adultos que tomar un buen baño. Al día siguiente nadie puede ir a la floresta, al monte, ni a las profundidades del mar, porque todos los animales de la tierra entran en el gran juego del amor... Y si alguien los interrumpe o los molesta en sus juegos eróticos pueden provocar daños, enfermedades o tristezas a los habitantes de la tierra.
¡Es el orgasmo universal limpiando y purificando el universo!. Así aprendí que el respeto y la tolerancia son valores que tenemos que compartir con animales y humanos.
Éstos son algunos pensamientos que me habitan y humildemente los quería compartir con ustedes, mujeres, amigas y amigos que también creen y luchan por una sociedad y una educación sin discriminación sexual, y de ningún tipo, que creen y luchan por una sociedad sin violencias y más fraterna.
Que este 8 de marzo continúe a ser un día de ternuras miles... hasta el próximo eclipse... y ojalá que encerremos estos ciclos de violencias y comencemos uno nuevo, más limpio, más puro, más dulce, como el orgasmo de la fecunda madre-tierra, del fecundo sol y de la bella luna.
* Cebaldo Inawinapi es miembro de la tribu de los Kuna de Panamá, queriendo ser miembro de una tribu mayor de mujeres y hombres solidarios y fraternos. Ciberayllu se une al saludo de Cebaldo.
Comentario privado al autor: © 2001Cebaldo Inawinapi, [email protected]
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