Visión, Raza y modernidad: una economía visual del mundo andino en imágenes
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UR, Casa de Estudios del Socialismo, acaba de publicar Visión, Raza y modernidad: una economía visual del mundo andino en imágenes, obra que recoge un trabajo de investigación de casi dos décadas en torno a la fotografía de y en las sociedades andinas. La construcción del discurso de la exclusión racial tiene vías muy complejas. En este libro, Deborah Poole muestra ejemplarmente la forma como una "economía visual", que comprendía el uso del espacio, las imágenes y las tecnologías de reproducción industrial de la imagen (las litografías y sobre todo la fotografía) crearon un circuito de producción, distribución, intercambio y consumo de imágenes, en un denso y rico intercambio entre Europa y los Andes, que modelaron una "imagen del mundo" de los pobladores de los Andes, disciplinando la mirada, construyendo formas de ver la realidad y el lugar reservado al indio. Viendo las cosas en perspectiva, no debiera desdeñarse el papel retardatario de las ideologías racistas y etnicistas, que justificaban el dominio señorial sobre los indígenas en el discurso de su "inferioridad biológica" (un argumento que tenía un sólido prestigio y respetables defensores públicos hasta la década del treinta), que los hacía incapaces de bastarse a sí mismos. Este discurso, entonces como ahora, frenaba la integración de la sociedad peruana. Lo cierto es que para la elites dominantes los indios simplemente no tenían sitio en la construcción de la nación: no eran peruanos o, a lo más, para los más progresistas, lo eran apenas potencialmente, en la medida en que su "redención" (ya fuera mediante la educación, la evangelización o, más genéricamente, su occidentalizacion) permitiera integrarlos a la nación a la que, evidentemente, no pertenecían. A diferencia del proceso histórico de otros países como México, donde la fracción criolla se apropió muy tempranamente del pasado prehispánico para construir el discurso ideológico que legitimaba su dominio, en el Perú la clase dominante se sintió desde siempre identificada con España (la "madre patria") y ajena a las tradiciones históricas andinas. En el siglo XIX, el racismo adquirió carta de ciudadanía como discurso "científico", acompañando al desarrollo de la entonces joven ciencia de la biología y a las tecnologías de reproducción de la imagen que sirvieron para ilustrar un discurso ideológico que, como Deborah Poole ha mostrado, podía pretenderse "científico" en tanto la cámara fotográfica aparentemente reproducía "la realidad tal como es". Para quienes estaban convencidos de la inferioridad racial de los indígenas no había otra solución que su desaparición, o por su exterminio (lo cual era un contrasentido, pues la sociedad peruana reposó sobre el trabajo de los indios desde la conquista), o a través del mestizaje biológico, que permitiría ir superando progresivamente sus taras congénitas, o por su asimilación, vía la desindigenización forzada, que constituía una forma de etnocidio cultural. Este discurso de la dominación, compartido inclusive por los ideólogos progresistas que veían con simpatía la causa indígena, ha arraigado firmemente en las conciencias tanto de los dominadores cuanto de los dominados, y hoy mismo sigue teniendo un peso significativo. Es por ello que trabajos como el de Deborah Poole, empeñada en deconstruir las imágenes legitimadoras de la exclusión, son de lectura imprescindible. © Casa SUR, 2000, [email protected] |
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